En un entorno competitivo, cambiante, donde las tecnologías transforman nuestra actividad y la economía, donde los reguladores y los clientes exigen mayor transparencia, ética y diálogo, lo que nos distingue del resto de entidades es nuestra cultura. Basada en una historia compartida, en valores, normas y comportamientos comunes, la cultura nos une y nos guía en la forma de ejercer nuestra actividad.
En ALD y el grupo Societe Generale estamos firmemente comprometidos con ser actores responsables y hacer todo lo posible para desarrollar cualquier línea de negocio de manera ética y ejemplar en todos los países en los que tiene presencia. Cumplir con los más altos estándares es uno de los pilares de nuestra estrategia de crecimiento así como el desarrollo sostenible.
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El soborno, la corrupción y el tráfico de influencias ayudan a estandarizar la injusta distribución de las riquezas, y por ende favorecen la pobreza. Dificultan enormemente el desarrollo económico, llevan a la desestabilización social y ponen en peligro las políticas económicas y sociales de los Estados.
En ALD y en el grupo Société Générale estamos comprometidos a implementar en nuestra organización una cultura de respeto a las leyes y, en particular, las que regulan la corrupción, el soborno y el tráfico de influencias, existiendo una política de tolerancia cero en lo referente a estas materias.
La existencia del canal de denuncias es parte fundamental de la cultura de prevención y cumplimiento definida en la normativa internacional en materia de corrupción. Asimismo, responde a lo requerido en la normativa francesa, Ley Sapin 2 (9 de diciembre de 2016 y la Ley en materia de vigilancia de las Sociedades Dominantes sobre sus participadas (27 de marzo de 2017).
El uso del canal de denuncias está basado en el derecho de alerta de situaciones irregulares que ampara a todos los empleados y terceros relacionados con la compañía a fin de que puedan reportar situaciones irregulares o de incumplimiento relacionadas con ALD de las que hayan tenido conocimiento. Se trata no solo de un derecho, sino también, de un deber en base al cual todos los empleados tienen que reportar las situaciones de incumplimiento normativo de cualquier conducta de la que sean conocedores.
El canal de denuncias de ALD garantiza el anonimato y la indemnidad del denunciante de buena fe, así como la confidencialidad durante todo el proceso.